No
En el momento cuando los dos llegaron al bote salvavidas el hombre empujó a su esposa, para que ella quedara detrás de él, y él mismo se montó al bote salvavidas.
La mujer se quedó en el crucero que se estaba hundiendo y le gritó a su esposo.
La profesora le preguntó a sus alumnos: “Qué creen que le gritaba?”
La mayoría de los alumnos respondieron rápidamente: “¡Te odio!, ¡Me has engañado!”.
La profesora se dio cuenta de un niño que estaba completamente callado y le preguntó lo que él opinaba: “Profesora, yo creo que gritó: ‘Cuida a nuestro hijo’”.
La profesora se sorprendió y preguntó: “Tu has escuchado esta historia antes?”.
El niño respondió: “No, pero eso fue lo que mi madre le dijo a mi padre antes que muriera de su enfermedad”.
La profesora suspiró suavemente: “Tú respondiste correctamente”.
El crucero se hundió. El hombre llegó a la casa a salvo y crió a la hija de la pareja sólo.
Varios años después de que el hombre se había muerto, la hija de la pareja encontró un diario cuando estaba arreglando las cosas de su padre.
Resulta que la madre había sido diagnosticada con una enfermedad mortal días antes que viajaran en el crucero. En el momento crítico el padre tomó su única oportunidad para sobrevivir.
El escribió en su diario: “Aunque no quería nada más que hundirme al fondo del mar contigo tenía que pensar en nuestra hija. Desafortunadamente tengo que dejarte sola en el fondo del mar, por siempre”.
Cuando la profesora estaba lista con la historia todos los alumnos se quedaron completamente callados.
La profesora entendió que el alumno, que al principio había estado callado, había entendido la historia. Entre todas las cosas buenas y malas en el mundo hay muchas causas que pueden ser difíciles de ver.
Por eso nunca sólo debemos mirar lo de la superficie y juzgar sin tratar de entender.
Los que les gusta pagar la cuenta tal vez no lo hacen porque quieren mostrar que tienen plata, tal vez lo hacen porque valoran la amistad más que la plata.
Los que hacen mucho en el trabajo no lo hacen porque son estúpidos, tal vez lo hacen porque le ven la importancia a ser responsables.
Los que siempre piden perdón antes que el otro necesariamente no lo tienen que hacer porque están equivocados, puede ser porque valoran a las personas más y no les molesta pedir perdón.
Los que te ofrecen ayuda no lo hacen porque te deben algo, lo hacen porque te ven como un amigo verdadero.
Los que te mandan muchos mensajes de texto no lo hacen porque no tienen nada más que hacer, lo hacen tal vez porque siempre estas en sus corazones.
Un día todos nos vamos a tener que separar de las personas que queremos. Vamos a añorar nuestras conversaciones de todo y de nada, vamos a añorar los sueños que teníamos. Van a pasara días, meses, años, hasta que tenemos menos y menos contacto…. Un día nuestros hijos van a mirar nuestras fotos y preguntar “quienes son estas personas?. Y tu vas a sonreír y tal vez llorar un poquito y decir: “Fue con ellos que pasé los mejores días de mi vida.”
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La profesora estaba dando clase cuando le contó la historia a sus alumnos sobre un crucero que zozobró. En el crucero había una pareja que logró llegar a un bote salvavidas, pero ahí se dieron cuenta que sólo había espacio para una persona. Yo no creo que esto ha ocurrido de verdad, pero creo que todos pueden aprender algo después de haber leído lo que ocurrió.En el momento cuando los dos llegaron al bote salvavidas el hombre empujó a su esposa, para que ella quedara detrás de él, y él mismo se montó al bote salvavidas.
La mujer se quedó en el crucero que se estaba hundiendo y le gritó a su esposo.
La profesora le preguntó a sus alumnos: “Qué creen que le gritaba?”
La mayoría de los alumnos respondieron rápidamente: “¡Te odio!, ¡Me has engañado!”.
La profesora se dio cuenta de un niño que estaba completamente callado y le preguntó lo que él opinaba: “Profesora, yo creo que gritó: ‘Cuida a nuestro hijo’”.
La profesora se sorprendió y preguntó: “Tu has escuchado esta historia antes?”.
El niño respondió: “No, pero eso fue lo que mi madre le dijo a mi padre antes que muriera de su enfermedad”.
La profesora suspiró suavemente: “Tú respondiste correctamente”.
El crucero se hundió. El hombre llegó a la casa a salvo y crió a la hija de la pareja sólo.
Varios años después de que el hombre se había muerto, la hija de la pareja encontró un diario cuando estaba arreglando las cosas de su padre.
Resulta que la madre había sido diagnosticada con una enfermedad mortal días antes que viajaran en el crucero. En el momento crítico el padre tomó su única oportunidad para sobrevivir.
El escribió en su diario: “Aunque no quería nada más que hundirme al fondo del mar contigo tenía que pensar en nuestra hija. Desafortunadamente tengo que dejarte sola en el fondo del mar, por siempre”.
Cuando la profesora estaba lista con la historia todos los alumnos se quedaron completamente callados.
La profesora entendió que el alumno, que al principio había estado callado, había entendido la historia. Entre todas las cosas buenas y malas en el mundo hay muchas causas que pueden ser difíciles de ver.
Por eso nunca sólo debemos mirar lo de la superficie y juzgar sin tratar de entender.
Los que les gusta pagar la cuenta tal vez no lo hacen porque quieren mostrar que tienen plata, tal vez lo hacen porque valoran la amistad más que la plata.
Los que hacen mucho en el trabajo no lo hacen porque son estúpidos, tal vez lo hacen porque le ven la importancia a ser responsables.
Los que siempre piden perdón antes que el otro necesariamente no lo tienen que hacer porque están equivocados, puede ser porque valoran a las personas más y no les molesta pedir perdón.
Los que te ofrecen ayuda no lo hacen porque te deben algo, lo hacen porque te ven como un amigo verdadero.
Los que te mandan muchos mensajes de texto no lo hacen porque no tienen nada más que hacer, lo hacen tal vez porque siempre estas en sus corazones.
Un día todos nos vamos a tener que separar de las personas que queremos. Vamos a añorar nuestras conversaciones de todo y de nada, vamos a añorar los sueños que teníamos. Van a pasara días, meses, años, hasta que tenemos menos y menos contacto…. Un día nuestros hijos van a mirar nuestras fotos y preguntar “quienes son estas personas?. Y tu vas a sonreír y tal vez llorar un poquito y decir: “Fue con ellos que pasé los mejores días de mi vida.”
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